Yo vengo a ofrecer mi corazón…
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4 julio, 2014. 15:26hs
04/07/2014 15:26hs

«¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón», reza la emblemática canción de Fito Páez. Una letra que emociona, que conmueve, pero no tanto como lo hace este guerrero incansable llamado Cristian Hernán Quiñonez o simplemente «Quiño» para quienes lo consideramos un hermano intocable de esta hermosa familia de Temperley.
El «run-run» de la semana lo ubicaba casi afuera de Temperley. Pero él debía ir a la reunión y acudió. «Fui dispuesto a escuchar cualquier propuesta, hasta hubiera arreglado por lo que me dijeran», nos contaba dolido anoche Cristian. Esta destrozado, herido, al borde de las lágrimas, tenía su corazón en la mano. Así estaba después de la reunión que mantuvo con uno de los integrantes de la SCF que tuvo la responsabilidad de comunicarle la peor noticia. El mensaje era claro: Temperley no tenía cómo pagarle a Cristian un contrato con una mejora acorde a la B Nacional por dos razones con nombre propio: Alexis Olivera y Emiliano Gianunzio. El primero sigue ligado al club por la lesión que tiene y el segundo porque tiene un año más de contrato, aunque Rezza le comunicó que no lo tendrá en cuenta. Y como aún no consiguió club, el «Pola» sigue siendo parte del presupuesto que maneja el club….
¿Y entonces? La SCF -que una semana antes había llegado casi a un acuerdo por su continuidad- tuvo que dar un giro y comunicarle que no podrían retenerlo. La injusticia se empezaba a hacer carne. Y los hinchas, sus hermanos por elección, esos tipos que no saben de ingratitudes para los que fueron protagonistas de hazañas, para los que llenaron de espíritu a los que no sabían lo que era jugar en Temperley, se hicieron oir en las redes sociales…
«No será tan fácil, ya se que pasa… no será tan simple, como pensaba;
como abrir el pecho y sacar el alma, una cuchillada de amor…»
En el medio, el querido Cristian nos manifestaba que jugaría por el sueldo que fuese, que sólo quería jugar el Nacional con Temperley y que sólo quería una nueva oferta para aceptarla, para volver a estar ligado por 18 meses más al club. Ese pedido llegó a oídos de la dirigencia que decidió darle un nuevo giro al asunto. Y en pocos minutos lo que era un melodrama terminó como una de esas románticas con final feliz. Hubo llamados telefónicos, varias charlas y la CD encabezada por Hernán Lewin decidió dejar a todos contentos.
Desde acá no podemos dejar de decir «GRACIAS», a todos. A «Quiño» por el amor que siente por estos colores y que le permite tener semejante gesto de resignar mucho dinero para seguir en el club. Y a los dirigentes, por saber siempre escuchar al hincha y dar un paso atrás si la situación lo requiere. Por estas actitudes, para escuchar al socio y por seguir siempre el sentido común Temperley es el club que es hoy, con su economía en orden y en marcha para buscar ser competitivo en el Nacional con un equipo «gasolero», fiel a nuestra historia…
Y será un placer volverlo a ver a Cristian con la celeste, porque ninguna figurita de la B Nacional es garantía de rendir con una camiseta pesada como la de Temperley. Y San Quiñonez ha dado muestras de sobra de que cuando parece que todo está perdido, siempre viene a ofrecer su corazón. Ayer le decíamos, cuando lo escuchábamos dolido… si es tu sueño jugar este Nacional, no bajés los brazos viejo… luchá por él. Y con tremendo gesto, vaya si ha luchado. ¡Gracias Quiño! Y gracias dirigentes por darle la vuelta de tuerca al tema para cuidar a este ídolo celeste que, en un Nacional que será bien difícil, será más que importante con su mensaje, con su experiencia y con su polifuncionalidad. Será «el jugador número 12», así se lo manifestó Rezza, la primera rueda de auxilio para un equipo que deberá luchar mucho ante poderosos con billeteras provinciales. Y vaya si este muchacho sabe de batallas, a seguir ofreciendo ese corazón Cristian querido!
Pepe Tricanico (@pepetricanico)